La concepción filosófica en la que soporta CECAN sus acciones y su política institucional, parte de considerar los siguientes fundamentos:

a. El mayor y más importante recurso que tiene el país y en particular la regiòn, es la gente. Por lo tanto, es a ella a quien debemos formar y preparar para que por sí misma adquiera capacidad de desarrollo, de autogestión y protagonismo.

b. La educación a los más altos niveles posibles es indispensable para el desarrollo del capital humano y es el principio del camino de salida de la marginalidad social y cultural y de la pobreza, propiciando un desarrollo integral y sostenible de los individuos y de la comunidad en general.

c. Es imperativo integrar la economía popular e informal a la economía institucional y formal del país, para que éste se democratice económica y políticamente y se modernice en su estructura empresarial.

d. El desarrollo científico y tecnológico supone la integración del saber empírico y el saber especializado; procurando generar una cultura ambiente que reconozca a la ciencia y a la tecnología como parte de la realidad educativa, social y económica del país.

e. La participación comunitaria y ciudadana requiere un alto nivel de opinión y una gran capacidad de análisis y discernimiento. Una y otro se logran respectivamente, con información veraz y oportuna y con una buena formación, permitiendo diferenciar la participación consciente y consistente, de la participación manipulada y sin argumentos.

f. La transformación cultural de propósitos colectivos es una condición necesaria e indispensable para que los cambios sociales, económicos y políticos sean reales y consistentes. Hay un problema cultural de fondo que no nos permite seguir hablando de cambios sociales, políticos o económicos, si antes no transformamos nuestros valores individuales, familiares, sociales e institucionales.

g. El respeto y amor a la vida supone reconocer al hombre como parte de ella y no como la vida misma. Ello implica construir la democracia de las ideas, de la concertación civilizada de los intereses sociales en conflicto y, sobre todo, el respeto al entorno, al medio ambiente y al universo.

h. La acción política, en una sociedad concreta y en particular en nuestro país, la concebimos como una intensa labor que gira en torno a la planificación, estructuración e implementación de políticas pùblicas y programas, que deben consolidarse como alternativas para el logro de bienestar, desarrollo e inclusión de los ciudadanos que la conforman.

i. Trabajamos con una perspectiva generacional, es decir, que nos interesa una acción política, cívica y empresarial de largo plazo, que sustente las bases de un desarrollo coherente con las potencialidades nacionales, regionales y locales, siempre en interlocución con los desafíos del presente y con visión de futuro, en nuestras relaciones internacionales.