Balance de la crisis europea y española durante 2012
Este fue un año perdido para Europa y dramático para España. Un ajuste económico inclemente, una unión que se está deshaciendo y un país asolado por el desempleo, los desahucios y la desigualdad.
No es la moneda, es la política
La crisis ha llevado a replantear el proyecto común europeo; un proyecto que en los últimos tiempos ha dependido fundamentalmente de la moneda común en lugar de la unión política.
En estos últimos años se han delimitado claramente las fronteras de poder en Europa:
- por un lado, Alemania y Francia como el centro neurálgico y financiero;
- por otro lado, países como Grecia, España, Portugal o Italia constituyen una periferia económica, utilizada por el centro para abaratar su propia financiación interna;
- el Reino Unido y otros países comienzan a plantearse la posibilidad del retiro de la Unión Europea (UE) por el temor de un efecto dominó si se derrumba la periferia.
Dentro de la UE — específicamente, en Alemania por intereses electorales— se ha llegado a plantear la conveniencia de expulsar a países como Grecia para sanear las cuentas. Ésta decisión supondría aumentar la incertidumbre de los mercados y la desconfianza de los inversionistas, que desestabilizaría aún más la economía europea.
| Mario Draghi, presidente del Banco
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No obstante, los países solventes no tienen por qué asumir los costos del despilfarro y de la corrupción de otros, aunque el establecimiento de una comunidad política y económica basada en la cooperación y en la ayuda mutua incluye los gastos que esta pueda ocasionar.
Por tanto, aunque suene redundante, es necesario re-europeizar a Europa, es decir, renovar el compromiso político que fue consignado como idea fundacional de la Unión y, en consecuencia, alejarse de las relaciones basadas exclusivamente en la moneda común, que siendo un instrumento importante, no es el fundamento de su existencia.
Un año perdido
Aunque han pasado cuatro años desde el inicio de la crisis, las medidas adoptadas por los gobiernos europeos no están dando buenos resultados. Estas medidas se refieren sobre todo al manejo de la deuda pública y consisten en sanear el sistema bancario, subir los impuestos y reducir los gastos.
Pero si se reduce el ingreso de las familias ¿cómo aumentar el consumo? Y si no existe el consumo ¿cómo sustentar la producción? Y si no hay producción ¿cómo mantener los empleos?
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, ha despedido el año 2012 con un balance desalentador: la economía de la zona euro se contraerá en un 0,3 por ciento en 2013.
No obstante, el Consejo Europeo aprobó el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para brindar estabilidad y reducir la incertidumbre. El MEDE se ha estrenado con el desembolso al gobierno español de unos 39.500 millones de euros de ayuda para recapitalizar la banca nacionalizada e inyectar capital en el llamado banco malo, que aglutina todos los activos tóxicos inmobiliarios españoles.
Nacionalismo y chauvinismo
La recesión en los diversos países europeos ha servido para catalizar las posturas nacionalistas de territorios como Cataluña (España), Escocia (Reino Unido) o Flandes (Bélgica). Estos territorios han aprovechado la coyuntura económica para un discurso que achaca sus problemas a Bruselas y subraya que la falta de autonomía es el obstáculo principal para el pleno desarrollo de sus capacidades económicas, políticas y sociales.
| La clase media: ha sufrido una
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Más allá del interés electoral, una separación de estos territorios conllevaría su inmediata expulsión de la UE, con efectos muy nocivos sobre sus transacciones por el cambio de su moneda y la desconfianza de los mercados.
Otro efecto a resaltar es la fuerza renovada de las ideologías extremistas. La población más afectada por la crisis ha sido la clase media: estas personas han sufrido una subida de impuestos, disminución de salarios, privación de acceso al crédito y reducción de las prestaciones sociales; por eso tienden a encontrar en las ideas radicales, dogmáticas y fundamentalistas, la respuesta más sencilla a sus problemas: el encontrar un culpable, que son los inmigrantes. Por ese motivo, en Grecia el partido Amanecer Dorado consiguió 21 escaños con un 7 por ciento del total de los votos.
La crisis social en España
En la poética de Aristóteles, un punto cardinal de la definición de la tragedia es la catarsis (del griego ????????: un proceso colectivo de purificación o limpieza, en donde el ser humano, como espectador y por medio del reconocimiento de emociones tales como el temor, compasión u horror se purga de sus propias impurezas).
| Grecia, España, Portugal o Italia
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Europa — y específicamente España — se encuentran en un proceso catártico que busca limpiar todas aquellas impurezas de su propio sistema, extrayendo del imaginario colectivo emociones tales como la indignación, el desconsuelo, la impotencia, la humillación y el dolor.
Resulta curioso que este reconocimiento no esté siendo materializado por la clase política mediante leyes que “purifiquen” el sistema; más bien se están usando medidas para solventar los problemas financieros, completamente desligadas de los factores sociales y económicos de fondo.
La crisis no es lo único que explica los sentimientos de dolor, indignación y malestar de la ciudadanía. Las medidas adoptadas por gobiernos de derecha o de izquierda han tenido en común la ineficacia y el empobrecimiento adicional de la mayoría de los españoles.
A lo largo de estos años, y más un durante 2012, los españoles han visto disminuir sus ingresos por efecto de los mayores impuestos y los menores salarios; los impuestos han sido más que todo de carácter regresivo, como el IVA, lo cual hace aun más amarga la situación.
Por otra parte y sin embargo, el gobierno no quiere inducir la fuga de capitales, aunque en realidad esto ya está ocurriendo. Por eso se han adoptado medidas como la amnistía fiscal o saneamiento del dinero negro con el pago del 10 por ciento de impuesto y estudia la posibilidad de otorgar residencia a aquellos extranjeros que inviertan en un inmueble por valor igual o superior a 160.000 euros. Estas medidas no solo buscan captar liquidez sino, además, dar salida al elevado stock de viviendas en manos de los bancos.
Tres rostros de una crisis
Los rostros más amargos de la crisis económica son el desempleo, los desahucios y la desigualdad:
- En primer lugar, las cifras sobre el desempleo son bastante desalentadoras. Al finalizar este año 2012, la cifra ronda los 5 millones de desempleados, lo que representa el 25 por ciento de la población activa española.
Lo más preocupante es que casi el 50 por ciento de esa población desocupada son jóvenes; una juventud que no cuenta con oportunidades y no puede permitirse una educación superior debido a los aumentos del precios de las matrículas en establecimientos públicos y a los recortes en programas de educación.
De la misma manera, la reforma laboral de comienzo del 2012 — lejos de sus declaradas buenas intenciones — supuso el abaratamiento y la mayor facilidad del despido a los trabajadores.
- En segundo lugar, los desahucios han entrado en la agenda pública debido a los suicidios de personas afectadas por las hipotecas (en lo que va del año se han registrado 119 suicidios a causa de los desahucios).
La justicia europea considera ilegal la norma española sobre desahucios, debido a que no respeta la directiva comunitaria 93/13 de protección al consumidor frente a cláusulas abusivas.
El gobierno español emitió un decreto para los dos próximos años, que paraliza los desahucios de algunos colectivos con un alto grado de vulnerabilidad. Aunque es un alivio para estas familias, este es un paño de agua tibia que no reemplaza la salida seria y consensuada a los problemas de la ley hipotecaria y la dación en pago.
- En tercer lugar, España es el país con mayor desigualdad social en la eurozona; índices como el Gini o el ratio 80/20 de EUROSTAT lo confirman. La población se ha empobrecido drásticamente: 1 de cada 5 españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. Los comedores sociales se están abarrotando no solo de extranjeros, sino de los propios españoles. En 2012, Cáritas prestó servicios de acogida a más de un millón de personas.
En lo que va de 2012 se han realizado dos huelgas generales, diversas manifestaciones y concentraciones sociales a lo largo del país. La población está perdiendo la confianza en las instituciones más representativas de la democracia, debido a los múltiples casos de corrupción, delitos o encubrimiento que han tocado a la Corona, al poder judicial y a numerosos políticos de distintos partidos.
Hacen falta políticos responsables
En conclusión: es necesario que Europa y particularmente España depuren responsabilidades políticas y financieras, democraticen los procesos de decisión para que las políticas públicas no estén tan desligadas de la realidad social y, finalmente, consideren que la recuperación en perjuicio del capital humano sería perjudicial a largo plazo, pues una nación sin cohesión social es una bomba de relojería.
Por tanto, la atención de los políticos europeos debería enfocarse no tanto en ver si las cuentas nacionales están perfectas, sino en asegurarse de que la sociedad a la cual representan cuenta con las mismas posibilidades de recuperación que las cuentas estatales.
* Investigador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), director académico del Instituto de Altos Estudios Europeos (IAEE), doctorando en Relaciones Internacionales, politólogo (UCM), internacionalista (UNIMI – Italia); máster en Política Internacional y Máster en Desarrollo y Ayuda Internacional (UCM). Las opiniones son responsabilidad exclusiva del autor.
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