Trabajadores cada vez le apuestan más a créditos de libranza
Aunque se trata de un préstamo de consumo, su costo es mucho menor, entre otras razones, porque el riesgo de impago por parte del usuario es casi inexistente ya que la cuota mensual se debita del sueldo de la persona. De los 23 bancos que operan en el mercado, 16 ofrecen esta línea de financiación a una tasa promedio del 17 por ciento efectiva anual, frente a un costo de 19,2 por ciento del crédito de consumo y de 30,3 por ciento que cobran las tarjetas de crédito. Pero no es solo asunto de costos. También se trata de la facilidad de acceso al crédito formal por parte de los trabajadores, quienes hoy pueden obtener préstamos desde 250.000 pesos (Bancoomeva) hasta más de 1.000 millones de pesos (Banco Popular), incluso sin el respaldo de un codeudor o garantías adicionales. Esto llevó a que la cartera de libranzas creciera 22 por ciento anual en el primer semestre de 2012, elevando su saldo por encima de los 21 billones de pesos, según cifras de la Superintendencia Financiera. Estadísticas del sector indican que el año pasado fueron 850.000 los nuevos créditos de libranza por valor de 12,6 billones de pesos, mientras que para compra de vivienda los desembolsos sumaron ocho billones y en micrócrédito solo 2,5 billones de pesos. Para este año, la dinámica no ha sido distinta. Según la Asobancaria, en el primer trimestre del 2012, las libranzas acumulaban 200.000 desembolsos por 3,4 billones de pesos. «La cartera ha mantenido una dinámica positiva: la tasa de crecimiento anual promedio de los últimos cinco años es de 32 por ciento, frente a 16 y 32 por ciento de las carteras hipotecaria y de microcrédito en el mismo periodo, respectivamente», señala el gremio. La mayor preferencia por las libranzas cambió el panorama del crédito de consumo. Hoy son el 32 por ciento dentro de este segmento, cuando cuatro años atrás participaban con el 19,4 por ciento. Los grandes sacrificados han sido los préstamos de libre inversión, de vehículo y rotativos, que han perdido, en su orden 10,3; 1,9 y 1,1 puntos porcentuales en ese mismo periodo. La balanza continuará jugando a favor de dichos créditos, más con la expedición de la Ley de Libranza (1527 de 2012), que entró en vigencia el pasado 27 de abril, toda vez que amplía el mercado al permitir el acceso al crédito a trabajadores de menores ingresos y a aquellos que tienen contrato de prestación de servicios, sin que su empleador se pueda oponer a ello.
Con baja morosidad
No solo los trabajadores se sienten atraídos por las ventajas de los créditos de libranza. Cooperativas, bancos y compañías de financiamiento están incorporando a sus portafolios esa modalidad, por la baja morosidad de su cartera. Al cierre de marzo fue 2,3 por ciento, frente al 6,4 de la de libre inversión, 5,8 de las tarjetas de crédito, 5,8 del crédito rotativo y 5 por ciento de los préstamos para vehículo.
No Comments