«Latinoamérica tiene una oportunidad histórica para destacar en innovación tecnólogica»
El mundo está cada vez más globalizado y los países emergentes jugarán un papel fundamental en el panorama tecnológico del futuro próximo. Así lo asegura Pedro Moneo, director de las ediciones en español y en portugués de MIT Technology Review. Moneo está convencido de que «el próximo Mark Zuckerberg vendrá de alguna de estas regiones», y por eso está impulsando en Latinoamérica la selección de jóvenes innovadores con gran potencial (los TR35) y la celebración de conferencias sobre tecnologías emergentes como EmTech Colombia, que durante hoy y mañana tendrá lugar en Medellín. En esta entrevista, Moneo nos cuenta por qué, en su opinión, es fundamental que Latinoamérica apueste por el emprendimiento tecnológico.
TR.es: ¿Por qué llevar EmTech a Latinoamérica y por qué a Colombia?
Pedro Moneo: Latinoamérica está viviendo un momento muy interesante, donde converge un periodo de bonanza económica con una bastante aceptable estabilidad política e institucional y, más importante, con un momento de elevada penetración de las TIC [Tecnologías de la Información y la Comunicación]. MIT es consciente de esto y acaba de elegir su primer presidente latino de la historia que, por cierto, vivió también en Colombia. Este es un país que destaca por su buena estructura, su eficiencia, la seriedad y el compromiso de sus líderes y por su visión de futuro. Tanto Colombia como, en especial, Medellín, nos parecieron entornos seguros donde hacer nuestra primera apuesta latinoamericana.
¿Qué acogida crees que tendrá?
El público colombiano no deja de sorprendernos por su hambre por contenidos nuevos, interesantes y relacionados con tecnología y emprendimiento. Es impresionante el uso de las redes sociales en el país. Tanto en redes como en las candidaturas a los premios TR35 Colombia o al foro de inversión que se celebrará en EmTech Colombia, como en la solicitud de entradas para el evento, hemos tenido un éxito sin precedentes en ninguna de nuestras ediciones internacionales.
¿Tiene este país capacidad para convertirse en uno de los grandes focos de innovación mundiales?
Creo que Colombia, como la mayor parte de las economías emergentes, tiene una oportunidad histórica para destacar en este campo, y a la vez tiene un compromiso muy importante derivado del bono demográfico. Un 47 por ciento de los colombianos tienen menos de 27 años de edad. Esta población nativa digital saltará pronto al mercado de trabajo, y Colombia tiene que hacer un enorme esfuerzo por crear un ecosistema que genere el empleo necesario para proporcionárselo, en gran parte con puestos de trabajo tecnológicos. De ahí nace la enorme responsabilidad de Colombia, de crear una economía digital competitiva a escala global que pueda absorber a los jóvenes que buscan empleo.
En este sentido, ¿está haciendo bien sus deberes?
Sin duda. Es impresionante el progreso que ha realizado, sobre todo en materia de telecomunicaciones e Internet en los últimos años. Creo que va por buen camino, aunque es muy difícil que un país consiga generar un sistema de emprendimiento saludable y sostenible con el coste del capital que existe en Colombia. Por eso, el reto es desarrollar un ecosistema emprendedor competitivo, donde los jóvenes quieran y puedan emprender, y existan las herramientas públicas y privadas para que sus empresas prosperen. Esto implica un profundo trabajo en el área regulatoria, en materia de movilidad y atracción de talento, reforma de los programas educativos y muchas áreas.
¿Cómo está afectando a países como Colombia la democratización y digitalización de contenidos?
Mucho. Los contenidos digitales se consumen en un 85 por ciento en la lengua nativa de usuarios. Esto representa una ventaja competitiva y una oportunidad de negocio para los hispanohablantes en este momento. Países como Colombia podrían aprovechar esta coyuntura creando una industria moderna de contenidos digitales, especialmente en español.
Por otra parte, a todos nos interesa que Internet y la información sean universales. Los pocos Gobiernos que están intentando frenar su avance están viendo como su capacidad de control se reduce rápidamente. La tecnología da poder a las personas. Las nuevas plataformas dan además capacidad de comunicación y coordinación a los ciudadanos, con modelos alternativos o complementarios a los Gobiernos que van a facilitar, agilizar, abaratar y mejorar los servicios a la población. Al existir este tipo de movimientos y herramientas, Gobiernos e instituciones deberán ser mucho más ágiles y eficientes, o corren el riesgo de que muchas de sus áreas de actuación actuales sean sustituidas por movimientos colaborativos.
¿Cómo influye en esto la brecha digital?
Creo que estamos viviendo un momento en que la brecha digital se va a reducir drásticamente, aunque obviamente una persona que no reciba educación en el mundo digital verá sus opciones de progreso muy mermadas. Saber programar es ya casi igual de importante que hablar inglés.
¿Crees que, como sucedió con la Revolución Industrial, Latinoamérica se está viendo obligada a adaptarse a marchas forzadas a las nuevas estructuras económicas y cambios tecnológicos?
Creo que los procesos de globalización y las plataformas tecnológicas que ya se han creado han ayudado a hacer las apuestas por nuevas industrias tecnológicas mucho más livianas en inversión. Al menos para las tecnologías digitales, la posibilidad de acceso al mercado de manera competitiva requiere mucho menos esfuerzo que en etapas industriales anteriores. Ahora bien, si estos países quieren entrar con éxito en industrias de alto componente tecnológico y mayor plazo de retorno como son la energética, la aeroespacial o la biotecnológica, sí requerirán una planificación adecuada, una capacidad de compromiso a largo plazo, y una política de alianzas externas e internas de primer nivel.
Un punto adicional es una gran reforma estructural del sistema educativo, ya que el actual fue concebido al final de la Ilustración y perfeccionado a raíz de la Revolución Industrial. Los nuevos “obreros” de la tercera revolución industrial tienen necesidades muy diferentes.
¿Habrá un segundo EmTech en Latinoamérica?
Nosotros no hacemos movimientos tácticos. Hemos venido para quedarnos. EmTech Colombia es el primero de muchos proyectos que pretendemos lanzar en el país. Para nosotros, Colombia es un piloto, un laboratorio seguro donde lanzar ideas que luego nos gustaría extender a todo el continente. Queremos también hacer ediciones de Emtech en otras economías importantes como son la brasileña y la mexicana.
Poner en marcha un proyecto como EmTech, con el rigor que demanda una institución como MIT. ha sido un reto muy importante, pero no podemos estar más satisfechos con el apoyo que se nos ha prestado desde la Alcaldía de Medellín, todas las organizaciones que de ella dependen y todos los patrocinadores que nos han ayudado en esta primera edición. Quiero felicitar al alcalde de Medellín y a todo su equipo por su visión y por la calidad del trabajo que han desarrollado.
Fuente: http://www.technologyreview.es/read_article.aspx?id=40776
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