Colombiano, genio de la Nasa, quiere crear vida en Marte
Esta molécula, descubierta por el científico colombiano Raúl Cuero, le otorgaría a la raza humana la capacidad de reanimar superficies muertas como la de Marte, escasa en oxígeno y abundante en hierro. La explicación es esta: al transferir el gen de la proteína a las plantas -que, dice el científico, también tiene la capacidad de proteger del calor y regular el hierro-, estas podrían resistir las altas temperaturas y los efectos nocivos de los rayos ultravioleta. Tales condiciones les permitirían crecer en el Planeta Rojo. Y al liberar oxígeno a la atmósfera, mediante el proceso de fotosíntesis, la vida sería posible, pues este elemento químico es clave para la existencia. La propuesta llamó la atención de la agencia espacial estadounidense (Nasa), que acaba de otorgarle, por segunda vez, el premio de tecnología Tech Brief, que recibirá en las próximas semanas. Cuero ya está diseñando el diagrama de la planta, que también podrá ser cultivable en el desierto y que permitiría recuperar áreas productivas perdidas, a causa de la desertificación. «Esto es un paradigma», recalca con orgullo este genio afrocolombiano, que suma este prometedor avance a un listado de al menos veinte invenciones producidas durante una carrera científica que empezó en su niñez. A los 10 años, Cuero se conectó con el concepto del origen de la vida al hallar, entre los desechos del muelle de su natal Buenaventura, un libro sobre el tema del biólogo ruso Alexander Oparin. Desde entonces, adquirió conciencia de una premisa que contribuyó con su nuevo hallazgo: la vida viene del suelo, no de la atmósfera. Y para encontrarla en Marte, hay que conocer primero la electroconductividad de su superficie, es decir, su capacidad de dejar pasar la energía eléctrica, de permitirle circular libremente. En una especie de invernadero, el científico simulará el crecimiento de vida vegetal en suelo marciano, con el apoyo de un sistema de modelaje computacional. Pero los potenciales usos de la proteína hallada no se quedan ahí: también será vital para proteger la piel contra el cáncer, evitar que las frutas y verduras pierdan sus vitaminas por su prolongada exposición al sol y proteger a los astronautas -y sus naves- en sus misiones espaciales. Igualmente, se podrá utilizar como nanopartícula en diferentes materiales, entre ellos el vidrio y el plástico. «Estamos en Texas (Estados Unidos) diseñando el centro del laboratorio de producción a gran escala de esta proteína», afirma Cuero.
¿De dónde salió la proteína?
Raúl Cuero, Ph. D en Microbiología, está convencido de que un invento no se diseña, sino que nace en el proceso de investigación, en un medio creado para ello. El suyo fue la biogénesis, el origen de la vida, pues siempre trató de comprender la existencia de Dios.
También cree firmemente que los hallazgos brotan de una mente creativa y persistente. Aquella que es capaz de hallar las diferencias entre las semejanzas. Y gracias a su ingenio, llegó a la proteína.
Después de tres años de lucha, la Nasa le dio finalmente el sí a su proyecto de electroconductividad del suelo como matriz donde se origina la vida, aunque le entregó pocos recursos.
«Siempre he realizado invenciones con presupuestos bajos, aunque cuando algo es creativo funciona sin mucho dinero», recalca.
El científico, utilizando un suelo análogo al de Marte, creado por la Nasa, simuló las bajas temperaturas y la presencia de diferentes tipos de hierro. Este mineral, al reaccionar con haces de luz ultravioleta, le da el color rojizo al planeta.
Así, expuso el suelo creado a diferentes longitudes de onda ultravioleta yutilizó un software para que identificara varios parámetros relacionados con la interacción de los fotones ultravioleta con el hierro, el oxígeno y demás elementos orgánicos del suelo simulado.
Estos datos iban a un algoritmo del computador que al final del proceso le decía qué materia no había sido afectada por la luz ultravioleta. Así descubrió la proteína.
La probó en plantas, en cultivos de células de tejido de piel y en las frutas, y corroboró sus propiedades. En estas últimas, la molécula es capaz de aumentar la cantidad de carotenos (vitamina A) y azúcares.
Otras de sus invenciones
«Veo esta molécula como el vínculo que podría explicar cómo los organismos, incluso el ADN, fueron capaces de sobrevivir al constante bombardeo de irradiación al principio del planeta Tierra, cuando no había efecto invernadero para resguardar el medio ambiente de las lluvias de la radiación ultravioleta», comenta el científico.
La recreación del suelo marciano, incluso, le permitió darle vida a una tecnología capaz de desactivar el material tóxico y radionuclear, que ya tiene patente (Cuero acumula al menos unas 15). Dicho invento podría, si se implementa, descontaminar la planta nuclear de Fukushima, en Japón.
Este hijo de Buenaventura, que sobrevivió a la pobreza y descubrió el alcance de su curiosidad tras observar el apareamiento de cucarachas sobre bambú viejo y colas cortadas de lagartijas, demostró que la creatividad nace de la observación de la naturaleza.
Por eso, sus primeras investigaciones científicas las hizo con plantas. Aprendió a reconocerlas por el olor de sus hojas, como le enseñó su abuela Petrona Rengifo, a quien le debe la inducción a su pensamiento creativo. Tal vez por eso, dos de sus grandes invenciones se relacionan con plantas.
Ahora vienen otras más: producir bioetanol, crear un compuesto natural que aumente la fertilidad y la reproducción en animales y humanos y desarrollar una tecnología que convierta el agua salada en agua potable.
Raúl Cuero no para de crear. Aquel niño que usaba vidrios de botellas quebradas para mirar en detalle los músculos, grasas y organelas de las colas de las lagartijas hoy tiene a su disposición los mejores laboratorios del mundo para cambiar el rumbo del planeta con sus inesperadas invenciones.
Parques de la Creatividad
La generación de científicos que está creando cuero
La creación de los Parques de la Creatividad es el invento que más aprecia. Allí, cultiva el ingenio de los jóvenes mediante la conceptualización y desarrollo de invenciones de impacto mundial.
Estos se encuentran en Colombia (Manizales y Bucaramanga), Estados Unidos, México e Israel. Pronto estarán en Panamá y en África.
Los parques de Colombia, afirma, han creado más de 10 nuevas tecnologías, de las cuales seis ya se encuentran patentadas en los Estados Unidos. Hay 23 en proceso.
Una de las tecnologías patentadas por los jóvenes colombianos es la que dilucida la autonomía de autorreplicación del ADN y que entrega resultados entre 2 y 15 minutos sin utilizar calor, como lo realizan los métodos convencionales.
ANDREA LINARES GÓMEZ
Redacción Vida de Hoy
No Comments