‘Remover a un presidente en 24 horas es un atropello’: CIDH
El secretario ejecutivo de este organismo de la OEA, Santiago Canton, dijo que es «inaceptable» la remoción de «un presidente en 24 horas y sin garantías para defenderse». A lo que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, añadió: «La comunidad internacional tiene «una percepción generalizada de irrespeto al debido proceso y al derecho de defensa». Los gobiernos de Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Cuba y Venezuela ya se refirieron a lo sucedido en términos de «golpe de Estado» y señalaron que no reconocerán al nuevo presidente, Federico Franco, antes vicepresidente de Lugo. También está abierta la posibilidad de sanciones e, incluso, la expulsión de la Unasur y de Mercosur, medidas que terminarían por aislar a este pequeño país de 6 millones de habitantes. Brasil, un país clave para la economía de Paraguay, está en consultas con los otros socios de la Unasur para tratar de lograr una posición de consenso. Por ahora, ningún país ha reconocido oficialmente al nuevo gobierno. Este sábado, Argentina anunció el retiro de su embajador en Asunción, Rafael Romá. En su primera rueda de prensa como presidente, Franco insistió ayer en que en su país no hubo golpe de Estado ni quiebre institucional: «Es una situación perfectamente legal, la Constitución y las leyes de mi país permiten un cambio cuando la situación se vuelve inviable». Por su parte, Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, en Washington, dijo: «Si se trató de un golpe de Estado es discutible, pero ciertamente fue un retroceso para la democracia en un país con un preocupante pasado autoritario (35 años de dictadura)». Pero no todos los gobiernos de la región tienen un discurso vehemente. «Formalmente no hubo rompimiento de la democracia, porque se acataron las leyes de ese país», afirmó el colombiano Juan Manuel Santos. Sin embargo, y al igual que la mayoría de los jefes de Estado del continente, Santos se mostró descontento con el procedimiento legal, ya que Lugo solo tuvo dos horas para defenderse. Lugo asumió la presidencia en el 2008 con un Senado en el que tenía pocos amigos. Sus últimos aliados del Partido Liberal le retiraron su apoyo y terminaron por hundirlo al respaldar el juicio. Fue acusado de «mal desempeño de sus funciones» tras la muerte de 17 personas que dejó un enfrentamiento entre policías y campesinos en un desalojo de ‘sin tierras’ el 15 de junio. El gobierno de Franco, de derecha, se extendería hasta abril del 2013, cuando deberá convocar a elecciones. Franco: de aliado a rival El liberal Federico Franco acompañó a Lugo en la fórmula electoral del 2008 y luego se convirtió en su rival. El ahora presidente interino es un médico cirujano de 49 años oriundo de una familia de tradición política. Franco chocó con Lugo desde el principio y en el círculo íntimo del ex obispo destituido era visto como el «eterno conspirador». Fue criticado por cuestionar públicamente acciones de su propio Gobierno que dejaron al descubierto su desacuerdo con las ideas socialistas de Lugo, como el apoyo a organizaciones campesinas que reclamaban tierras.
AFP Y REUTERS
FUENTE: eltiempo.com
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