Langlois cuenta su verdad

Hasta el momento, todo lo que hemos conocido sobre la captura del periodista francés Roméo Langlois, corresponsal de Le Figaro y France24 en Colombia, quien estuvo en manos de las FARC durante 33 días, respondía a dos únicas fuentes: la prensa colombiana y el Ejército. Sin embargo, el pasado miércoles, tras su liberación, el periodista hizo públicas sus primeras declaraciones y volvió a poner en la parrilla de actualidad la distorsión que existe en torno a la cobertura mediática de este conflicto. Langlois no habló de secuestro, sino de “retención”, y aseguró que las FARC le habían “tratado como un invitado, me han dado buena comida con lo que tenían, han sido muy respetuosos”. Además, rebajó la importancia de la operación anti droga publicitada por el ejército colombiano y por la cual se produjo el enfrentamiento entre militares y guerrilleros que terminó con Langlois como prisionero de guerra. “Era un pequeño laboratorio que la gente utiliza acá para sobrevivir”, aseveró, mientras que el ejército lo había calificado de “importante laboratorio de drogas”. Así, el periodista aprovechó su momento ante las cámaras para denunciar la politización del conflicto en los medios de comunicación, que, junto con el gobierno, “venden imágenes distorsionadas”, asegura. “Son pobres matándose entre pobres. Es supremamente trágico. Esto lleva 40 años. No hay buenos y malos. A veces la prensa y el gobierno ha logrado vender imágenes distorsionadas, pero cuando uno viene a estas zonas ve que la realidad es más compleja”, dice Langlois.

La reacción de Uribe

Ante estas declaraciones, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, arremetió contra el periodista en su cuenta de Twitter. “Langlois, no nos engañe más, el 50% de las familias colombianas hemos sido víctimas de los terroristas a quienes usted promociona”, escribió Uribe tras acusar al corresponsal de “complicidad con el terrorismo”.

Reporteros Sin Fronteras

La reacción del ex presidente ha sido condenada por Reporteros Sin Fronteras que, a través de un comunicado, ha calificado de “injuria ignominiosa” el hecho de que éste le acuse de “complicidad” con las FARC, con el único objetivo de “dañar su reputación”. Además, la ONG ha secundado la opinión de Langlois diciendo que hay que continuar informando sobre este conflicto, “olvidado por la opinión pública internacional”.

¿Solución negociada?

Mientras tanto, la pregunta más sustancial sigue sin resolverse: ¿está más cerca el fin del conflicto armado en Colombia? Roméo Langlois ha asegurado que, desde la guerrilla, buscan “una solución negociada”. “Las FARC quieren la paz”, pero “todavía están listos para la guerra”, aseguró. El periodista, recién llegado a París, lleva consigo una carta de las FARC para entregar al presidente francés, Francois Hollande, donde los guerrilleros solicitan su mediación para resolver el conflicto.