“Colombia es más rural de lo que se pensaba”.
Aparte de este dato puramente demográfico, tanto el ministro Restrepo como los investigadores del PNUD subrayan no solo el potencial económico del campo colombiano como productor de alimentos, materias primas y recursos ambientales, sino también su potencial político para “la paz”, no obstante la persistencia de problemas de muy difícil solución como la pobreza, la concentración de la propiedad de la tierra, el conflicto armado y las economías ilegales, entre otros. Recuérdese, por otra parte, que el presidente Santos se comprometió a pagar la deuda del Estado con las víctimas del conflicto armado interno, mediante la aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de 2011), que comenzó el 1º de enero de este año y ya ha cobrado varias víctimas. También se comprometió a sacar adelante una “Ley General de desarrollo rural” que según el ministro Restrepo es una novedosa propuesta de reforma agraria que no requiere “comprar ni expropiar tierras” y que contribuiría a la reconciliación, la prosperidad, la lucha contra la pobreza, la inclusión social, etc. Tanto la Ley de Víctimas como el proyecto de Ley de desarrollo rural, son objeto de duras críticas. Por ejemplo, el senador del Polo Jorge Enrique Robledo no duda en afirmar que las políticas agrarias del presidente Santos y el ministro Restrepo son “neoliberalismo puro y duro montado a punta de demagogia, [y] que pueden generar el mayor falso positivo de la historia de Colombia”. Con la entrevista al ministro Juan Camilo Restrepo damos comienzo a un conjunto de entrevistas cuyo propósito es mostrar la complejidad del mundo rural colombiano y la diversidad de perspectivas y puntos de vista sobre el qué hacer para solucionar los problemas del campo.
TERCERA PARTE
SEGUNDA PARTE
PRIMERA PARTE
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