Nace movimiento político
Marcha Patriótica hizo su debut ante más de 80 mil personas en más de 100 lugares de Colombia, ante quienes sus dirigentes leyeron el manifiesto que marca el camino más próximo a seguir por este movimiento que quiere representar los intereses de una gran mayoría de los colombianos que, aseguran, no tienen cabida en el actual panorama político del país. Por ahora, su agenda no es electoral, sólo política, advierte Andrés Gil, miembro de la Junta Directiva del movimiento. Gil, proveniente del sector campesino, enfatiza que la tarea más inmediata es lograr colocar las necesidades y reivindicaciones de amplios sectores de la población en la agenda legislativa. Aspiran influir en la promulgación, o no, de leyes que obedezcan a los intereses de millones de colombianos que hoy no tienen espacio en el Congreso de Colombia. Un Congreso, dice Gil “donde ha habido escándalos muy ruidosos de quienes han ejercido el poder, despojando, usurpando y persiguiendo a los sectores sociales más desfavorecidos”.
Estigmatización
El nacimiento de esta nueva fuerza política colombiana no ha estado exento de críticas. Hace algunos días, Sergio Mantilla, General del Ejército, alegaba que el movimiento podría ser una estrategia de las FARC para intentar influir en la vida política del país. El militar asegura que se habrían encontrado evidencias de ello en los ya famosos computadores de los líderes guerrilleros abatidos en operaciones del Ejército colombiano. Según el periódico El Tiempo, en los computadores del fallecido líder de las FARC, ‘Mono Jojoy’, aparecen instrucciones para «institucionalizar» Marcha Patriótica. En clara respuesta a estas acusaciones, Andrés Gil responde que “sólo bastó que el General Mantilla sacara el oráculo en el que se han convertido los computadores de los líderes guerrilleros y que pareciera que pudieran predecir, con 5 ó 10 años de anticipación, lo que va a pasar en las complejas coyunturas el país, para que comenzara una presión mediática y una guerra de de estigmatizaciones contra nosotros”.A juicio de Gil, tanto lo anterior como las alarmas que se encendieron ante la multitudinaria marcha que se celebró el lunes en Bogotá y que, según las fuerzas del orden, habría colapsado la capital colombiana, no impidieron que ésta fuera un ejemplo de participación ciudadana y democracia. Pero, señala Gil, quizás la evidencia más clara de la independencia de este naciente movimiento político de cualquier atisbo insurgente, la constituye el clamor de paz de campesinos, indígenas, afro descendientes, estudiantes, maestros y mujeres que lo conforman, y quienes han sufrido como nadie los rigores de la guerra.
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