Tragedia nacional en Noruega, tras atentados que ya dejan 92 muertos
La policía parte de la hipótesis de que Breivik actuó en solitario, aunque no descarta que tuviera cómplices, y que fue asimismo responsable de la explosión de un coche bomba ocurrida dos horas antes en el centro de Oslo, que causó siete muertes.
Se sospecha que, tras activar ese artefacto, se desplazó a la idílica isla donde 560 personas participaban en un campamento de las juventudes socialdemócratas -el partido de Stoltenberg-, con uniforme policial y armado con armas semiautomáticas.
Lo que ocurrió a partir de ahí fue una matanza al parecer minuciosamente preparada, que se prolongó unos 45 minutos, entre escenas de pánico, jóvenes tratando de huir a nado o de alcanzar botes neumáticos en las aguas del fiordo.
"La gente caía muerta delante mío. Corrí por el campamento hacia el área de las tiendas de campaña. Vi al hombre armado. Dos personas empezaron a hablarle y dos segundos después estaban muertas. Él llevaba un uniforme negro con bordes rojos. Parecía nazi, con el uniforme que parecÍa de policía", relató Pracon.
El presunto agresor había comprado desde la primavera pasada hasta seis toneladas de abono químico, como explicó a medios noruegos la portavoz de un mayorista de estos productos, con los que podría haber preparado la bomba de la capital.
No levantó sospechas, añadió esa fuentes, puesto que constaba como distribuidor de productos agrícolas.
A este noruego, detenido en la misma isla y actualmente interrogado por los agentes, la policía le atribuye contactos con la ultraderecha y un perfil fundamentalista cristiano con trasfondo islamófobo.
TenÍí "opiniones hostiles al islam" , como reveló un registro en su casa, donde la policía encontró varios mensajes colgados en internet con contenidos ultraderechistas y antimusulmanes.
El primer ministro y el rey Harald IV de Noruega calificaron de tragedia nacional las dos matanzas consecutivas, por las que el país escandinavo guarda hoy un día de luto.
"Noruega es un país pequeño, pero con un fuerte espíritu de solidaridad" , afirmó Stoltenberg ante los medios desplazados a la isla donde, recordó, empezó su carrera.
"Recuperaremos este lugar como nuestra isla" , añadió, por encima del "peso de la tragedia" ocurrida en ese lugar.
Stoltenberg tenía previsto de antemano visitar hoy esa isla, sólo que en circunstancias muy distintas: participar en el campamento de las juventudes del partido, entre jóvenes de entre 14 y 17 años.
La matanza fue "un ataque al paraíso de mi juventud, convertido ahora en un infierno" , añadió el político, en alusión a sus visitas a ese lugar en sus años jóvenes, como asistente al campamento.
El ataque en la isla se produjo dos horas después del de la capital, cuando en los medios noruegos se sucedían las imágenes de escenas de caos en Oslo, con personas heridas tendidas en las aceras y ciudadanos ensangrentados entre ambulancias y equipos sanitarios.
La potente detonación había causado graves destrozos en cuatro edificios gubernamentales y otros inmuebles vecinos, y la policía procedía a evacuar la estación central de ferrocarril, centros comerciales y redacciones de los principales medios del país.
Tras saltar la noticia del tiroteo, las informaciones sobre ambos atentados se solaparon durante horas.
Si inicialmente toda la atención se centró en la capital, de la que llegaban imágenes de edificios destrozados y
ciudadanos heridos, a medida que avanzaban las horas se trasladó a la isla, donde finalmente se confirmó la matanza de dimensiones catastróficas que ha sacudido a toda Noruega.
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