En Puerto Gaitán las inscripciones de cédulas aumentan inusitadamente ¿está Pacific Rubiales detrás?
Muchos de ellos –como lo comprobó La Silla Vacía- llegan a inscribirse porque están gestionando trabajo en alguna de las petroleras, principalmente en Pacific Rubiales Energy, y votar en las elecciones de octubre aumenta sus posibilidades de ser enganchado.
En la Registraduría de Puerto Gaitán se están realizando por lo menos cien inscripciones diarias de cédulas, la cifra más alta del país si se compara con la cantidad de personas registradas en el censo electoral. Hasta el viernes pasado, 3.972 personas habían inscrito su cédula en Puerto Gaitán para votar en las elecciones de octubre próximo. Es una cifra muy alta si se tiene en cuenta que en las elecciones de hace cuatro años votaron 5.376 personas y que el actual alcalde, Óscar Bolaños Cubillos, ganó con 2.856 votos. Los nuevos inscritos podrían por sí solos elegir alcalde. Y como aún faltan doce días para cerrar las inscripciones, los inscritos podrían fácilmente superar los cinco mil, casi el doble de los que se inscribieron hace cuatro años.
La Registraduría alertó al Consejo Nacional Electoral por estas cifras atípicas y una comisión de la oficina de Censo Electoral ya visitó el municipio, donde hace cuatro años se detectó trashumancia y se anularon un tercio de las cédulas inscritas. El tema también fue tratado en una comisión especial de la Gobernación que declaró una alerta temprana de riesgo electoral.
La investigación ya se inició porque, como explicó un funcionario de la alcaldía municipal, preliminarmente parece muy extraño esa cantidad de cédulas inscritas, pero se trata de un municipio que pasó de 4.500 habitantes en 2003 a 14 mil en 2011, sin contar con la población flotante. Y si este cambio se ha dado en la población, es posible que también ocurra en las votaciones.
El interés de Pacific
Pacific Rubiales Energy explota uno de los mayores pozos petroleros del país. El municipio de Puerto Gaitán gira en torno al trabajo de la empresas petrolera que ha llevado a un aumento enorme de población. En 2003 eran 4.500 habitantes y hoy son 14 mil. Mientras tanto, el pueblo crece desordenadamente con el dinero de las regalías y, en algunos casos, con la colaboración de la compañía. En los comités de seguimiento electoral son varias las razones con las que se intenta explicar el inusitado aumento en la inscripción de cédulas en Puerto Gaitán. Además de la trashumancia tradicional, ha tomado fuerza la versión de que Pacific Rubiales Energy está tratando de influir en la elección del próximo alcalde y Concejo del pueblo y que, para ello, estaría incentivando que quienes quieran trabajar con esta petrolera se inscriban allí. “A Pacific le conviene tener un alcalde amigo”, dijo a La Silla Vacía el presidente de una junta de acción comunal que prefirió no dar su nombre. Explicó que de esta manera habría “mayor armonía” porque les evitaría las amenazas de paros, la inversión social podría coordinarse y tendrían menos presiones para realizar obras.
Un político de la región explicó a este medio que la relación entre Pacific Rubiales y el alcalde Óscar Bolaños no ha sido la mejor, porque la administración local ha presionado a la petrolera para que financie obras públicas, especialmente la pavimentación de la vía de 196 kilómetros que de Puerto Gaitán conduce a Rubiales, donde se encuentra el pozo petrolero.
El alcalde Bolaños dijo que su relación con la petrolera es la que debe darse con la principal industria de la región. “Es una relación de respeto donde lo que yo busco es el bienestar de los 14 mil habitantes del municipio. Aquí todo el mundo vive con la expectativa del petróleo y es necesario que las industrias aporten socialmente”.
Admitió que es posible que a algunos en la petrolera no les gusten sus exigencias, pero él considera que la presencia de esas empresas en su municipio debe verse con inversiones importantes y que contribuyan para el desarrollo. Por eso explica su presión para lograr que Pacific pavimente la vía a Rubiales. “El polvo que suelta esa vía, con el paso de camiones y camionetas todo el día, tiene una nube roja sobre el municipio que es totalmente responsabilidad de la petrolera y por ello tienen que responder”, dijo. Ese polvo caracteriza al pueblo. En la vía hacia Villavicencio es fácil determinar cuáles carros vienen desde Rubiales, están completamente cubiertos del polvo rojo y así pasa también en la vía donde los cultivos que quedan a la orilla del camino quedan prácticamente inservibles y muchos simplemente han ido desapareciendo.
Mientras tanto, la población crece desordenadamente, las calles de Puerto Gaitán no son rectas y en su mayoría no están pavimentadas. Grandes y suntuosas obras se distribuyen por cualquier punto del municipio sin orden aparente. Hoy la Alcaldía funciona en la casa de la cultura porque la sede tradicional está en remodelación y un par de centros comerciales se levantan cerca a la calle que llega desde Villavicencio.
Sectores de oposición del Alcalde aseguran que la presión del Alcalde se ha sumado a la de las juntas de acción comunal, que han organizado varios paros, como uno ocurrido hace dos años en los que hubo enfrentamiento entre el Esmad y los manifestantes. Después de eso, los paros han sido mucho más cortos y sin violencia, pero reiteradamente la petrolera recibe amenazas de bloqueos o protestas. Una de las consecuencias de esto es que Pacific hoy no compra la gasolina en el municipio, con lo que lo deja sin importantes recursos productos de la sobretasa. Algunas personas especulan que pudo tratarse de una retaliación, pero también puede ser una maniobra hecha por Pacific por seguridad. Así, aunque los dueños de las estaciones de servicio se unieran a un paro la empresa no estaría sin gasolina.
La presión es tal, que una fuente de La Silla Vacía en Villavicencio aseguró que en una reunión privada entre la petrolera y un sector del Gobierno del Meta un alto directivo de Pacific había dicho que, si continuaban las amenazas de paro y las presiones desde la Alcaldía, les iba a “tocar elegir alcalde”.
Y eso es exactamente lo que podría ocurrir con el aumento en la inscripción de cédulas para votar en las próximas elecciones. Los empleados de Pacific en el campo de Rubiales son cerca de seis mil y solo con el voto de ellos podría elegirse el alcalde y la mayoría de concejales.
Pacific Rubiales Energy dijo a La Silla Vacía que sus relaciones con la administración municipal son de “amplia cordialidad, respeto, solidaridad y confianza para con nosotros”. Y negó que tenga intereses políticos en las próximas elecciones.
En una comunicación escrita, los voceros de la compañía aseguraron que Pacific “no ha tenido, ni tiene, ni tendrá interés en participar en procesos políticos de orden local, regional o nacional alguno”. Y explicaron que su única relación con el proceso electoral es cumplir con las normas legales y coadyuvar para que sus trabajadores voten si es que así lo deciden.
El Registro Único de Mano de Obra
En el municipio de Puerto Gaitán, Asojuntas, la organización que reune a las juntas de acción comunal conformó un Comité Empresarial que tiene a su cargo la intermediación entre las personas que quieren trabajar y las petroleras que solicitan empleados de baja calificación. Y uno de los requisitos para obtener un puntaje razonable y ser opcionado es haber votado en la población. A quienes no cumplían esa condición las elecciones de octubre próximo les darán la oportunidad. Entre tanto, el alcalde Óscar Bolaños Cubillos mantiene su política de tener buenas relaciones con las petroleras y al tiempo exigirles que sean responsables socialmente con la población. En el área de influencia de Puerto Gaitán también operan las petroleras Hocol, Cepcolsa y Hupecol, pero Pacific Rubiales Energy es la más grande y la que más empleo genera.
Todas las personas que quieran trabajar en alguna de las petroleras deben llenar un formulario denominado Registro Único de Mano de Obra (RUMO). Es una herramienta creada hace nueve años por la Alcaldía de Puerto Gaitán para darle prioridad a la mano de obra local.
El formulario tiene once variables que dan un puntaje y con la suma total de los puntos las personas quedan inscritas en el RUMO, en orden descendente según la cantidad de puntos que tengan.
Para poder competir por un trabajo, una persona debe buscar al presidente de la junta de acción comunal de su barrio, para que certifique que efectivamente vive en Puerto Gaitán. Eso le permite sumar 200 puntos. Demostrar que el lugar de votación es Puerto Gaitán le dará treinta puntos más. Las otras variables son de estudio y trabajo. Como muchas personas sólo pueden certificar que votan en el municipio, esos treinta puntos les ayudan mucho y es lo que explicaría el inusitado aumento de inscripción de cédulas en Puerto Gaitán.
Ese formulario es manejado por un Comité Empresarial que depende de Asojuntas, la asociación que reúne todas las juntas de acción comunal del municipio. El formulario les permite a las personas entrar al sistema del RUMO y esperar a que las empresas pidan personal para que les den la oportunidad de un contrato a término fijo y por no más de tres meses.
Aunque el RUMO fue diseñado para que las personas logren ubicarse según su calificación, es decir su capacidad y formación, hay muchas quejas de que es usado políticamente y de que además es un procedimiento ineficiente y costoso.
Óscar Gaitán, candidato al Concejo, dice que la prueba de que el Registro es usado políticamente, es que la mayoría de presidentes de juntas de acción comunal, que son quienes manejan la inscripción en el RUMO, hoy son candidatos al Concejo.
Cipriano Ulloa, el presidente administrador del Comité Empresarial, es uno de ellos. Es candidato al Concejo y es quien maneja la oficina donde se reciben los formularios del RUMO y a donde la gente tiene que ir a averiguar cómo va su trámite. Sin embargo, dice que no tiene nada que ver con la selección del personal porque eso está en manos exclusivamente de las juntas de acción comunal.
Y explica que no sirve de nada inscribirse ahora para votar en octubre porque quienes hoy reciben esos 30 puntos tienen que presentar la certificación de haber votado hace cuatro años. Es decir, que la inscripción de ahora les servirá para los puestos que ofrezcan a partir de octubre. El crecimiento de la petrolera es tal que la oferta de trabajo ha aumentado y muchos están dispuestos a esperar.
Al frente de la oficina de la Comisión Empresarial hay a diario un centenar de personas. Un lunes, que es el día de más afluencia, los encargados cuentan que pueden atender hasta quinientas personas que van a averiguar en qué punto va el trámite. Algunos lo hacen pacientemente, pero otros protestan a la entrada.
Uno de ellos es Víctor Vanegas, quien vive hace más de quince años en Puerto Gaitán y trabaja en Pacific, dice que cada vez que lo llaman tiene que hacer el trámite del RUMO y que este cada vez se demora más. “Yo pasé los papeles y nada que me llaman. En enero había 300 personas inscritas en el barrio donde vivo y, como me cambié de barrio, me tocó reiniciar el proceso”.
Y protestó porque, aunque no le sale el trabajo, sí tiene que pagar una cuota mensual de mantenimiento de 25 mil pesos. Ese dinero llega al Comité Empresarial y, según Ulloa, es voluntario y obedece a la necesidad de pagar los servicios y el arriendo de la sede, así como el salario de los trabajadores. Pero los que esperan en la calle una respuesta sobre su solicitud de trabajo aseguran que es “tan voluntaria” que, si no la pagan, no les entregan ninguna información. Y Vanegas se pregunta quién regula esos ingresos que pueden ser millonarios si esos 25 mil pesos se multiplican por las seis mil personas que están inscritas en el RUMO.
Pacific Rubiales aclaró que los requisitos que Asojuntas exige para remitir a los trabajadores de mano de obra no calificada son de su plena autonomía y regulados por la administración municipal y la secretaria de Gobierno Departamental.
Pacific firmó un compromiso según el cual todo el empleo de obra no calificada será entregado a la gente de Puerto Gaitán. Pero según las denuncias de los presidentes de varias de las juntas de acción comunal, esto no es así. Aseguran que las empresas petroleras no respetan los pactos y que muchos de los empleados no nacieron en el Meta.
El mismo gobernador del departamento, Darío Vásquez Sánchez, se percató de la situación en noviembre pasado cuando hizo una visita a Puerto Gaitán y –según dijo- de los 1.800 empleados que estaban en el pozo sólo unos diez eran metenses. Ese día llegó a Villavicencio y dijo a los medios de comunicación locales que ninguno de los empleados de Pacific Rubiales se sabía la letra del himno del departamento.
Y en los comités de concertación entre la petrolera y las juntas de acción comunal ha sido reiterado el llamado de atención a Pacific para que cumpla los pactos de emplear locales. En marzo pasado, los representantes de la compañía dijeron que ellos contratan a quien les envía Asojuntas y confían en que se trate de gente nacida en Puerto Gaitán y se comprometieron a realizar una mejor selección del personal.
Los voceros de la compañía aseguran que son respetuosos del proceso que realiza la comunidad, aunque aclararon que su área de influencia directa son la veredas Rubiales y Santa Helena, que no reconocen la autoridad de Asojuntas. En esas veredas, no se exige el requisito del certificado de votación.
La Gobernación del Meta –con la participación de las petroleras– tramitó y logró aprobar en la Asamblea la implementación de un Sistema Único de Empleo para esta región con el Sena que busca que que sea el gobierno departamental el que fije los requisitos para que alguien pueda ser contratado en una petrolera y así garantizar que sea la gente de la región la primera opcionada.
Pero hasta que ese sistema se implemente, en Puerto Gaitán seguirá mandando el RUMO y, con ello, muchas personas votarán allí solo por conseguir empleo.
Fuente: http://noticias.latam.msn.com/co/colombia/articulo_lasillavacia.aspx?cp-documentid=28666141
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