Colombia se acerca más a la Ocde
Estar en ese redil es una de las metas del presidente Juan Manuel Santos y, desde el punto de vista fiscal, se están tomando las medidas necesarias para obtener el sí. Prueba de ello son las recientes estrategias anunciadas por el Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, en el Nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo, en el que se adopta la hoja de ruta para llevar a la economía al crecimiento sostenido, a un bajo déficit fiscal, un desarrollo para la gente y un intercambio comercial globalizado.
Para alcanzar estas metas, se requiere mucho dinero, es decir, un recaudo tributario más eficiente. Y es que ese es uno de los requisitos de mayor peso para la Ocde. No en vano, el organismo fue creado inicialmente, con el fin de realizar estudios para la aplicación de los fondos del famoso Plan Marshall, en la reconstrucción europea, después de la Segunda Guerra Mundial.
Según Pedro Sarmiento, socio director de impuestos de la firma Deloitte, "ahora la Ocde es la que establece normas y procedimientos para una correcta ejecución de la economía de los países, especialmente en los temas tributarios".
El presidente Santos ha enfatizado en que "La Ocde no es un club de países ricos, sino de países de buenas prácticas. Queremos ingresar para ponernos umbrales altos en la calidad de nuestras políticas".
Pero entrar no es tan sencillo, según Sarmiento, "Si el país se adhiere a ese club, es como si firmara un tratado, por lo que tiene la obligación de adquirir compromisos que dependen de la hoja de ruta que se presente para aspirar a ingresar".
La mayor ganancia del país al entrar a la Ocde, según Sarmiento, es que las administraciones tributarias y los congresos no podrán ser tan creativos, haciendo normas tropicales, sino que tienen que adoptar normas muy generales".
¿Qué nos falta para estar a tono?
Aunque en los últimos días se escucha hablar de regla fiscal, de rendición de cuentas, de estabilidad, política monetaria neutral y credibilidad fiscal, todos dentro del paquete de exigencias de la Ocde, a Colombia le falta al menos un par de años para estar a tono.
El director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, dijo que su aspiración es la de lograr, en uno o dos años, dejar un legado en el Estatuto Tributario, de equidad vertical y horizontal, es decir, "que los mismos paguen lo mismo y que los que puedan pagar más lo hagan".
El analista Pedro Sarmiento, entre tanto, advierte que "Cada vez que la Ocde tome una decisión, Colombia está en la obligación de seguir por esa línea. Eso le quita independencia a los manejos del Estado y le genera cierta ortodoxia. No puede haber paraísos fiscales, ni jurisdicciones de menor imposición fiscal". Además, agrega, "se deben tener principios rectores para el manejo del IVA, el impuesto de renta, la economía y debemos ser abiertos a los tratados de libre comercio".
En fin, Colombia tiene que empezar a mostrar -si tiene un interés real- que su economía se está globalizando y que está dispuesta a adoptar una administración tributaria moderna, eficiente, sistematizada y controladora.
4 billones de pesos será la reducción del gasto que buscará Colombia con la adopción de una regla fiscal.
Requisitos puntuales, más allá de lo tributario
Más allá de la eficiencia tributaria, que para el presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, también es clave para ir rumbo a la Ocde, se requiere:
* Alcanzar el grado más alto posible de crecimiento económico y de empleo, manteniendo estabilidad financiera.
* Elevar el nivel de vida de la población.
* Contribuir a la expansión del comercio mundial sobre una base multilateral y no discriminatoria de acuerdo con las obligaciones internacionales.
* El país miembro de la Ocde debe contribuir a la expansión económica, tanto de los países miembros como de los que no lo son. En tal sentido, Colombia inicialmente ganaría en posibilidades de inversión extranjera, y generación de empleo y mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos. Después, tendrá que contribuir con los demás aspirantes en las mismas variables.
Lo que hizo Chile para entrar
Las características que permitieron que Chile entrara al club de la Ocde permiten estimar que Colombia está en el camino correcto. Ese país avanzó en la adopción de reglas fiscales estructurales para el ahorro del gasto y la disciplina en las finanzas.
El organismo también tuvo en cuenta que Chile adoptó los principios rectores de la Ocde, de buscar estabilidad, previsibilidad, transparencia y rendición de cuentas.
Los altos precios del cobre y la fuerte demanda doméstica después de los terremotos de febrero, lo mismo que el ritmo de crecimiento que se prevé para 2011 y 2012 en un nivel alto, también pesaron para la acogida de este país en la Ocde. Un punto crucial que le evaluó el organismo a Chile fue la capacidad de adoptar políticas contracíclicas y no simples reacciones anticíclicas en momentos de crisis.
De igual manera, el mantenimiento de una política monetaria en posición neutral también fue valorado.
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