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Colombia se acerca paso a paso hacia el ‘reino’ del nuevo peso

¿Por qué?, sencillamente un sueldo de $650.000 pasaría a contabilizarse numéricamente en 650, mientras un televisor LCD de $1.100.000 sería vendido en 1.100, y un carro cuyo precio es de $20.000.000 quedaría en 20.000. De paso se resucitaría la moneda fraccionaria con piezas en centavos para sustituir las actuales monedas de $10, $20, $50, $100, $200 y $500. Todas conservarían el mismo valor que las actuales.

Según analistas como Álvaro Camaro, vicepresidente de Correval, “el momento es propicio para ese cambio, ya que la inflación está controlada, y no existen amenazas en ese frente”. Igual piensa Julián Cárdenas, jefe de estudios económicos de la firma Correval quien recalca que “no tendrá ningún efecto negativo sobre la macroeconomía y habrá beneficios contables”.

Para otros, su efecto, sería más sicológico en cuanto al manejo de los precios, ya que este año la inflación no pasaría del 3%. Y en el 2011 bordearía apenas el 2%, si no hay daños en las cosechas.

Costos, un obstáculo
A pesar de que hipotéticamente no habría muchos inconvenientes a la hora de manejar el nuevo peso —que nacería tras la abolición de los tres ceros a la actual moneda— muchos sectores han considerado que esa idea le saldría muy cara al Banco de la República, a las empresas, al comercio y al propio Gobierno.

El gestor del proyecto (el senador Guerra) dice que para poner en marcha el cambio, habría que reemplazar 1.755 millones de piezas monetarias, las cuales se fabricarían con menos aleaciones de metales caros como el cobre y el níquel, por lo que se generaría ahorro para el Emisor.

Pero sustituir los billetes y las monedas hoy en circulación costaría al Banco de la República $187.678 millones, más $1.960 millones por cambio de planchas. Adicionalmente se deberán dedicar $32.000 millones a campañas educativas y de orientación al público. El revolcón monetario valdría en total $221.638 millones.

En concepto de otro de los senadores ponentes, Juan Mario Laserna, quien fue codirector del Emisor, ese dinero se podría recuperar en nueve años.

Uno de los críticos del proyecto es el analista y consultor, Mauricio Cabrera, quien recalca que “es una idea inútil, porque Colombia no sufre de hiperinflación para cambiar su moneda, como ocurrió en Brasil y México”.

Sostiene que el peor escenario es que el banco central tendrá que asumir un gasto oneroso en momentos en que se prevé que dará pérdidas por un billón de pesos.

Por su parte, el senador Germán Villegas, calcula en un billón de pesos los sobrecostos que deberán asumir los ciudadanos, las personas, las empresas y la banca para prepararse para las transacciones con el nuevo peso.

Un aspecto que se reconoce, es que con la nueva moneda se le daría un golpe a los capitales ilegales, pues sería la oportunidad de las autoridades para detectarlos, pues saldrían a la luz pública.

Aún así la polémica no termina. Al proyecto le faltan tres debates. El próximo será en la plenaria del Senado, y será clave para saber si Colombia se embarca o no en contar con una nueva moneda.

Opiniones distintas
Antonio Guerra, senador
¿Cree que el Congreso aprobará el nuevo peso, pues un proyecto similar en el 2000, se hundió?
Mi percepción frente al proyecto es favorable, especialmente porque al interior del Congreso se percibe un buen ambiente en razón de que hay argumentos que sugieren que la iniciativa se aprobará. Ojalá que tenga éxito al final de los tres debates que le faltan. El acompañamiento del Banco de la República y del Gobierno le auguran un éxito relativamente moderado al debate.

¿Algunos señalan que eliminarle tres ceros al peso es innecesario, ya que la inflación hoy es muy baja?
Por el contrario, estas son decisiones que hay que tomar cuando el fenómeno de la inflación está controlado. Y cuando existen índices bajos de inflación como los de hoy, y no como sucedió en otras economías en medio de una hiperinflación. El momento nunca antes había sido más oportuno.

¿No es muy costoso para el país ese cambio?
Esa es una información falaz. El Gobierno no incurrirá en costo alguno. La autoridad monetaria es el Banco de la República y ellos han calculado su costo en $222.000 millones que serán cargados a sus fondos en cuatro años y recuperables en nueve años. No se puede olvidar que el Emisor está obligado a emitir y retirar billetes en la medida en que estos entran en desuso o sufren deterioro.

Germán Villegas, senador
¿Por qué vetó el proyecto de los tres ceros en su primer debate?
Ese proyecto no es necesario. Además de que saldrá demasiado costoso para el país. El Banco de la República deberá gastar más de $220.000 millones para cambiar la moneda, la cual es una suma exhorbitante. Y aunque perdí abrumadoramente no me siento mal. Ojalá todas las derrotas fueran así, porque con mi oposición interpreto la voluntad general.

¿Cuáles son esos otros costos de los que habla?
Los $30.000 millones presupuestados por el Banco de la República son insuficientes para una campaña para educar a la gente sobre el nuevo peso, y ante todo para evitar que los especuladores hagan su agosto con este cambio. Aquí estamos acostumbrados al ‘redondeo’ para cobrarle de más a la gente.

¿Y para otros sectores, tiene estimativos?
Publicar en los almacenes los precios anteriores y los nuevos, como ordena la ley, saldrá caro. Existen 140.000 establecimientos inscritos en Fenalco, y a razón de $300.000 cada uno, arrojaría $50.000 millones. Por el lado de las 16 grandes superficies cambiar el ‘menú’ les significará $ 70.000 millones, a razón de $3.500 millones por cadena, llámese Éxito, Carrefour, etc. Además los cajeros automáticos quedarán obsoletos. Esos sobrecostos se los trasladarán a los usuarios. El ciudadano saldrá perdedor.
Elpais.com.co

 

 

 

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