Piden revisar lenguaje de polémico kit sobre sexo
La inclusión social, una prioridad
Contradictores y defensores del kit de educación sexual que ha sido noticia esta semana convergieron en que Cali debe formarse en el respeto por los demás y fomentar la inclusión social de sectores como la comunidad Lgtb.
Las divergencias estuvieron centradas en cómo debe manejarse esta información en las instituciones educativas.
Voceros de grupos Lgtb fueron enfáticos en asegurar que Cali es la ciudad de Colombia donde más actos de violencia se comenten contra miembros de ese colectivo.
“Por primera vez tenemos un documento público que está rompiendo el sesgo de la dicotomía hombre-mujer, de la exclusión y la marginalidad”, expresó Álvaro H. Plazas, defensor de Derechos Humanos. En ese sentido, las cartillas buscan hacer cumplir los derechos de un sector denominado comunidad Lgtb, explicó la sociologa Consuelo Malatesta, de la Fundación Mavi.
Con los docentes se hizo un ejercicio interesante para que entiendan que tienen un rol como agentes de cambio, de generar procesos de cambio en una sociedad violenta. Consuelo M., socióloga.
Ella consideró que las críticas hacia las cartillas tienen sesgos religiosos y morales, cuando lo que se busca es hacer cumplir los derechos de un sector determinado de la población. Aseguró que durante la elaboración de la propuesta, algunos docentes ni siquiera entraron al auditorio donde exponían la temática.
Pedro Julio Pardo, vocero de la Fundación Santamaría (Lgtb), insistió en que las críticas hacia el kit de herramientas son más un acto contra los homosexuales. “Me parece que es una manifestación de homotransfobia en algunas instancias conservadoras, pero bajo esa premisa no se puede permitir la negociación de los derechos humanos”.
Sin embargo, el concejal Carlos A. Clavijo dijo que algunos textos de las cartillas son incluyentes, “esto es una muestra del querer de una comunidad que busca ser parte y responsabilizarse”.
Críticas a las canciones y los folletos
Las canciones y los folletos que abordan el tema de la homosexualidad y algunas de sus expresiones fueron, en gran medida, el centro de la discusión.
La comunicadora social Carlina Toledo, quien formuló la primera reflexión sobre este tema a través de su columna en El País, reconoció que la educación sexual está enmarcada en los programas del Ministerio de Educación, pero criticó la forma de parte de la información transmitida en las cartillas. “Cuestiono la forma como se plantea el tema, el lenguaje en que está escrito y las canciones, no está planteado de la manera para la cual están preparados los niños. Además, los CD están afuera (circulando en medios electrónicos y algunas aulas) y no acompañados de un proceso pedagógico”, expresó.
Para el concejal Carlos Andrés Clavijo, algunos contenidos debe ser reformulados porque considera que están errados. “En la cartilla dice que Jesús no habló de la homosexualidad y eso no es cierto. También se dice que la perversidad sexual no existe, cuando sí hay actitudes que tienen ese tinte”, dijo.
Criticó mensajes como “piensa que cuanto más variado sea tu mundo, mayor será tu creatividad” o “tendrás la posibilidad de ampliar tus conocimientos y puntos de vista enriqueciendo así tu vida”.
La maestra Graciela Lozano, del Colegio Marice Sinisterra, institución incluida dentro del programa piloto de este proyecto, relató que cuando la iniciativa se presentó en el colegio, la sensación que quedó entre los estudiantes era que se trataba de una incitación a la homosexualidad y a otras tendencias. “Los muchachos decían ‘esos son un poco de maricas’. Cuestionamos el lenguaje”, añadió. La Fundación Mavi declaró que tomó atenta nota de las consideraciones y que las tendrá en cuenta.
Preparación de docentes y padres
Una de las grandes preocupaciones que manifestaron los asistentes fue la falta de preparación de los maestros y los padres de familia para hablar sobre la educación sexual con los jóvenes.
“El problema básicamente es que los padres no están preparados para asumir el tema frente a los adolescentes. Los muchachos han tergiversado las cosas, lo están mezclando con el libertinaje, con el libre desarrollo de la personalidad. Vemos por ejemplo a una actriz que desde pequeña tiene desordenes emocionales, que en una época tuvo novio, después fue lesbiana y armó un escándalo, luego fue heterosexual y ahora quiere volver a su tendencia anterior.
Eso crea inquietudes entre los jóvenes”, expresó Patricia Alvis, madre de familia.
Reconoció que “no podemos dejarle toda la responsabilidad a los educadores, los papás tenemos que hacer un esfuerzo y ser partícipes en ese crecimiento sexual y emocional de los muchachos”.
En ese mismo planteamiento coincidió el pastor Pedro Rojas, vocero de la Asociación de Ministros de Iglesias Cristianas del Valle, Asmicev, quien afirmó que todo el problema no se lo deben dejar a la sociedad, sino que la familia tiene gran responsabilidad.
Históricamente se ha expuesto el género como una dicotomia: hombre y mujer. Y se ha invalidado cualquier otra forma de ser persona. La sexualidad no es estática, sino dinámica”. Álvaro H. Plazas, activista.
La sexóloga de la Universidad del Valle Mara Tamayo aseguró que en Colombia no funciona el programa de educación sexual en los colegios y una muestra de ello es la cantidad de niños y niñas abusados o las adolescentes embarazadas.
“Este programa debe ser manejado por personas capacitadas, que no tengan prejuicios”, expresó.
Para la sicóloga Gloria Hurtado esta temática debe ser tratada únicamente por científicos y académicos. “El hecho de que una persona lo practique no significa que sabe. El tema tiene que ir a la academia y a instancias profesionales, precisamente para jalonar el cambio”, dijo.
La sicóloga Olga Lucía Reyes, del colegio San Luis Gonzaga, reiteró que por un lado el programa debe estar basado en el respeto del cuerpo, en los valores y, por otro lado, en la formación de los padres, que “ellos respeten a sus hijos como interlocutores y no piensen sólo que son expresiones de sus cuerpos, sino que tienen sus ciclos vitales con sus dudas”.
Sin embargo, para que un proyecto educativo de este tipo tenga razón de ser y funcionalidad, la educadora del Colegio Marice Sinisterra, Nubia Castillo, señaló que debe haber una integralidad entre la familia, la docencia y los estudiantes.
En qué consiste el proyecto de la polémica
En noviembre del año pasado se comenzó a implementar el proyecto ‘Formación en Educación Sexual con énfasis en Orientación Sexual diversa y fortalecimiento de las Instituciones Educativas incluyentes’, que estaba contemplado en el Plan de Desarrollo local, lo exigía el Ministerio de Educación y como una respuesta a la deserción de jóvenes que encontraban que sus derechos eran vulnerados, explicó Marta Aguirre, jefe de la Oficina de Inclusión Social de la Alcaldía.
Igualmente, dijo, es una solicitud de la Comisión Accidental creada en el 2009 en el Concejo que vela por la protección y la inclusión de la comunidad Lgtb.
“El Ministerio hace un llamado a abordar el tema de la educación sexual teniendo en cuenta la diversidad y la pluralidad de identidades. Arrancamos el piloto en diez planteles”, sostuvo la funcionaria, quien agregó que se hizo un trabajo de sensibilización. En la producción de la caja de herramientas, que estuvo a cargo de la Fundación Mujer, Arte y Vida, Mavi, los jóvenes expresaron sus inquietudes, algunos produjeron las canciones del CD. “A los padres se les dio la opción de participar o no, pero no es cierto que las cajas se estén entregando en las puertas de los colegios”, añadió.
Entre tanto, el subsecretario de Desarrollo Pedagógico de la Alcaldía, José Darwin Lenis, defendió la caja de herramientas, argumentando que no es una cátedra sino una alternativa pedagógica. “Es un proyecto para la construcción de ciudadanía distinta, que permite pasar de la intolerancia a la cultura de la comprensión. Esto no es un invento de la Administración, ni se está vendiendo“, acotó Lenis.
Hemos descubierto que cuando hablamos de respeto, amor y fidelidad, los muchachos preguntan sobre la homosexualidad y tenemos que estar en capacidad de responder. Olga Lucía Reyes, sicóloga del colegio San Luis Gonzaga.
La comunicadora Adalgiza Charria, de la Fundación Mavi, insistió que hay desinformación sobre proyecto y recalcó que no es un material para los niños, sino para los profesores.
Los gestores de la iniciativa insistieron en que es una respuesta a una realidad en los colegios, donde –según ellos– se vulneran los derechos de los jóvenes que tienen orientaciones sexuales diferentes.
Cómo lo entienden los jóvenes
Para estudiantes como Gabriela Archer, del Colegio Benet, contenidos musicales con referencia a la homosexualidad o al lesbianismo son molestos.
Asegura que “algunos jóvenes escuchan en sus casas que esas tendencias son malas, pero cuando están en el colegio o en otro sitio sienten libertad para expresarse”.
“Las canciones del CD son superfuertes, el regaettón es un género que gusta mucho entre los pelados, tiene un lenguaje soez, pero es una moda”, añadió Gabriela.
Josías Fiesco, líder estudiantil, señaló que “en la cartilla se está escribiendo una realidad. No sólo nos damos cuenta de la diferencia sexual a través de los medios de comunicación, sino que basta con ir al salón de clases y entender que hay una persona gay con sus ademanes. Ahí hay que entrar a pensar en el concepto de que inclusión es reconocimiento”.
Otras opiniones
”A los jóvenes hay que enseñarles sexualidad, según la edad. Hay que hacerles entender que tienen que cuidar el cuerpo y que no se dejen tocar de nadie”. Sofía Chinchilla, estudiante.
”Hay que reconocer que hay jóvenes en grado once y décimo que ya definieron su orientación sexual y tenemos que trabajar juntos para que se respete esa situación”. José Darwin Lenis, subsecretario de Educación.
El comunicador Fernando Tasceche resaltó que esta herramienta es una ayuda para padres de familia y para construir convivencia.
La educadora Nubia Castillo precisó que educación sexual no es hablar de sexo, de ahí la necesidad de un trabajo más amplio.
Elpais.com.co
No Comments