La de Juan Manuel Santos fue una posesión impecable
El último tramo lo caminó el nuevo mandatario sobre un tapete rojo, en medio de canciones cuyas letras hacían alusión al Gobierno de unidad nacional que propuso desde su campaña. Niños ataviados con trajes típicos y banderas de los departamentos de Colombia lo saludaron en el trayecto.
Unos metros antes del ingreso, lo esperaban unos 30 senadores y representantes, para acompañarlo en la posesión, como quiera que el Presidente asume ante el Congreso de la República.
A las 3:36 de la tarde, Santos alcanzó la tarima y su primer gesto fue saludar a su antecesor Álvaro Uribe, para enseguida entonar el Himno Nacional. Seis minutos después, juró cumplir la Constitución y la Ley.
Luego, el turno fue para el vicepresidente Angelino Garzón, quien se adelantó un par de pasos, aunque debía esperar a que terminaran las 21 salvas de cañón con que las Fuerzas Armadas saludaron al nuevo Jefe de Estado.
Llovieron aplausos
En total, más de 20 aplausos sazonaron la ceremonia. Los más sonoros se dieron cuando Santos agradeció la entrega y el esfuerzo de Uribe. Entonces ondearon banderitas, salió el sol con fuerza y se escucharon gritos de "¡Uribe, Uribe, Uribe!", mientras Santos lo llamaba un hombre "genial e irrepetible". Para Lina Moreno, primera dama saliente, hubo otra ovación.
Nuevos aplausos llegaron cuando Santos anunció su intención de reconciliarse con las altas cortes y con los países vecinos y cuando dijo que la palabra guerra no estaba en su diccionario.
A las 2: 30 p.m., llegaron los 22 magistrados de la Corte Suprema y varios ex magistrados, incluidos los que tuvieron fuertes polémicas con Uribe, como César Julio Valencia Copete y Jaime Arrubla, presidente del alto tribunal.
También asistieron los ex presidentes Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Belisario Betancur y César Gaviria.
Parafernalia con mensaje
La imponente ceremonia de ayer estuvo enmarcada por un despliegue de alta tecnología y mediatización, que muestran el talante del nuevo Gobierno.
Paraguas contramarcados ‘Posesión presidencial Juan Manuel Santos’; una cuidada producción en la transmisión de TV; zonas demarcadas para asistentes y periodistas; colores selectos en el montaje; toque de gaiteros; serpentinas con el tricolor nacional camino a la Casa de Nariño… Cada detalle expresa un matiz del lenguaje de la era Santos.
Por ejemplo, la posesión al aire libre. "Este detalle brinda una imagen a la opinión pública nacional e internacional de que las condiciones de seguridad son propicias, que se pudieron superar los riesgos de cualquier atentado -afirma la catedrática Patricia Muñoz, de la U. Javeriana-. Es señalar que la política de Seguridad Democrática empieza a dar frutos y que beneficia al nuevo Gobierno".
Los mensajes implícitos no se limitaron a la plaza de Bolívar. Desde la primera hora del día, Santos asumió simbólicamente ante las comunidades indígenas de la Sierra Nevada, en gesto de inclusión y respeto a su sabiduría ancestral y como prueba de su compromiso ambiental.
Y una muestra de su visión de la política internacional fue la invitación a delegaciones de todos los rincones del planeta.
NELSON PARRA, REDACTOR DE EL TIEMPO Eltiempo.com.co
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