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La crisis agobia al hospital de los Chorros

La Contraloría encontró, también, que el proceso de contratación no se logró elaborar y aplicar conforme a los requerimientos legales y de certificación. 

Por ejemplo, en contratos de infraestructura y mantenimiento “hay un listado de precios de obra que no corresponden al registro oficial de precios de la Gobernación del Valle o similares, (sobre todo para la vigencia 2008)”, y no hay análisis de precios unitarios que sustenten su validez, en virtud del principio de planeación”, advierte el ente de control. 

El hospital no adquiere licencia de construcción para la realización de las obras. En todo ese proceso de contratación la Contraloría encontró fallas por falta de documentos, falta de actas parciales de seguimiento a las obras y certificados de conveniencia que no cumplen con los requisitos mínimos de economía, legalidad y riesgos técnicos. 

Como si fuera poco, el hospital urge de un reforzamiento antisísmico de sus estructuras. Los expertos sostienen que la vulnerabilidad de elementos no estructurales es alta y sugieren realizar un estudio más detallado del que ya se hizo sobre esos aspectos. 

Para reforzar la estructura del hospital el Ministerio de la Protección Social ya giró $6.633 millones y la directora Licenia Salazar indicó que esta semana se firmó el respectivo contrato. 



Personal 

Otro cuestionamiento es la manera como se ha vinculado el personal del hospital. El ente de control determinó que hay funcionarios desempeñando cargos que no cumplen con los requisitos de estudio y experiencia requeridos, situación que además de violar la Ley, afecta el adecuado desarrollo de las funciones de cada cargo y del hospital en general. 

Más de la mitad de los funcionarios, unos 270, están vinculados a través de cooperativas de trabajo en una contratación dudosa, porque mientras el hospital paga $1.200.000 por enfermera a la cooperativa, esta sólo le reconoce $600.000 ó $700.000 a esa trabajadora. 

“El hospital no tiene un estudio técnico para identificar de manera clara y real el costo beneficio de la contratación con las cooperativas, que tenga en cuenta los requisitos y perfiles de los cargos, la ubicación, reubicación y promoción del personal”, recalca la Contraloría. 

Eso incide negativamente en la nómina y los gastos. El año pasado el porcentaje de los pagos al personal representaba el 40,5% de los gastos de funcionamiento y el porcentaje que ocupa el factor prestacional del personal asistencial de planta ascendía al 91,5% en el 2008. 



Administración 

Los rezagos administrativos son evidentes. En el 2008 el Plan de Desarrollo inició su ejecución sólo a partir del mes de septiembre, lo que quiere decir que el hospital no sustentó sus operaciones sobre un plan programado durante los primeros nueve meses del año; pues se trabajó sobre actividades del plan anterior. 

Pero, además, el hospital presenta debilidades en el mercadeo y la negociación de servicios. Las labores de mercadeo se realizan de manera informal, los acercamientos con los clientes no son constantes ni efectivos y se presenta una débil negociación de la contratación. 



“No queremos el cierre” 

Frente a los señalamiento, el secretario de Salud del Valle, Héctor Fabio Useche, respondió que no conoce el informe de la Contraloría, pero que lo que menos quiere el Gobierno regional es que el Mario Correa Rengifo se cierre o se privatice. 

Reconoció que hay deficiencias administrativas, falta de personal médico y falta de recursos, pero aseguró que ya se han tomado medidas. Con el fin de paliar la crisis, en el segundo semestre del 2009 se aportaron al hospital $2.000 millones con excedentes de facturación y gracias a los últimos acuerdos con el Ministerio de la Protección Social se le entregaron $344 millones más. 

“Hubo un cambio de gerencia y eso ayudó a mejorar un poco. Si no se hubiesen inyectado recursos de la Gobernación y el Ministerio el déficit hubiese sido de $7.500 millones”, dijo Useche. 

Precisó que el hospital tiene una problemática estructural y es que siendo de nivel 2 (un nivel de alta complejidad médica), atiende mucho paciente de nivel 1 (el básico) porque ese nivel está descuidado en la zona. Eso quiere decir que atiende casos por dolor de cabeza, de estómago, virosis o dolencias similares. 

“Una opción es que la Alcaldía haga un convenio con el Mario Correa y le inyecte recursos para que atienda ese nivel 1 en esa parte de la comuna 18. La mayoría de las colas se generan por la demanda en ese tipo de atención”, expresó Useche. 

Sobre las denuncias de politiquería en la entidad dijo que no las comenta porque él se limita a hacer una gestión técnica en salud y por eso responde. 



Más problemas financieros 

En la parte financiera se halló que el hospital carece de un manual de procesos financieros y la información contable no está bien articulada. 

El presupuesto definitivo del 2008 fue de $26.519 millones, gracias a una adición de $10.927 millones, que equivale al 70% del aforo inicial. 

El hospital al cierre de la vigencia no contaba con los recursos para cubrir sus obligaciones, generando un déficit de $5.963 millones. 

De hecho, el 33% de sus ingresos estaban embargados por un proveedor de medicamentos al que se le adeudaban $2.200 millones. Y con otro proveedor que tenía un proceso en cuantía similar hubo que hacer un acuerdo de pago que impacta las finanzas del hospital. 

Todo eso ha afectado las finanzas al punto que tan sólo en el primer semestre del 2008 las glosas a la facturación del Mario Correa sumaban más de $190 millones. 

Esas glosas tienen que ver con el cobro de tarifas diferentes a las pactadas, falta de soportes, servicios programados sin respaldo, cobro de procedimientos sin realizar y ayudas diagnósticas que no fueron ordenadas por médicos.

elpais.com.co

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